El Valle de los Caídos es otro de los lugares que recuerdo de mi niñez y que ahora, después de los últimos cambios producidos me apetecía de nuevo visitar, porque no solo se trata de una basílica católica, sino también de una abadía y un conjunto monumental. Situado en el valle de Cuelgamuros de la sierra de Guadarrama, en el municipio de San Lorenzo de El Escorial de Madrid, el monumento está situado en un entorno compuesto por grandes formaciones graníticas, con vegetación predominante de bosques de coníferas, aunque también destacan los robles, algunos olmos y, entre los arbustos, jaras, romero y tomillo. Para llegar, una carretera asciende paulatinamente por zonas que se repoblaron en su día principalmente con pinos, así como con cipreses, abetos, enebros, castaños, etc., formando un conjunto espectacular en la naturaleza…Cuatro grandes monolitos cilíndricos a modo de pórtico flanquean la entrada de ese recorrido: se trata de los llamados «Juanelos», tallados en granito y de 11.50 metros de altura cada uno, que fueron labrados en el siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, para ser utilizados por el ingeniero italiano afincado en Toledo, Juanelo Turriano, en el ingenio conocido como Artificio de Juanelo, para elevar agua del río Tajo a la ciudad de Toledo, y que nunca se llevaron a su destino…
Existe un funicular (cerrado desde 2009) que asciende a la base de la cruz, partiendo de una altura de 1258 m. hasta llegar a los 1383 m. y también se puede ascender a la misma por un camino con rampa y escaleras que parte del lado trasero del cerro de la Nava. Además existe un ascensor de uso restringido que permite el acceso a la cruz por el interior de la montaña…
En su diseño participaron los arquitectos Pedro Muguruza y Diego Méndez y sus esculturas corresponden a Juan de Ávalos y Taborda, entre otros. La cruz tiene una altura de 150 metros, de los que 25 corresponden al basamento con los cuatro evangelistas (de 18 metros de altura cada uno) y sus símbolos o tetramorfos —Juan y el Águila, Lucas y el Toro, Marcos y el León y Mateo y el Hombre alado— realizadas por Juan de Ávalos; 17 metros al cuerpo intermedio con las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza; y 108 metros al fuste de la cruz. Si a ello se añade la altura del risco de la Nava utilizado a modo de pedestal rocoso, habría que sumarle otros 150 metros más. La longitud de los brazos es de 46,40 m y en cuanto a su delineacion, fue lograda por la penetración de prismas rectangulares que forman una cruz griega en la sección transversal…
Francisco Franco, ordenó su construcción y que fuesen allí enterrados José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española, y los combatientes de la Guerra Civil. Los columbarios están detrás de las dos grandes capillas del Santísimo y del Sepulcro (ambas a los lados del crucero) y no hay oficialmente separación por bandos, unos y otros están entremezclados, constando los restos de 33.847 personas distintas…

Aunque el monumento fue concebido con la finalidad proclamada de rendir honor y enterrar a aquellos que cayeron luchando, ese propósito inicial, se modificó por Decreto Ley de 23 de agosto de 1957 estableciéndose que, dentro de una política guiada por «el sentido de unidad y hermandad entre los españoles», habría de ser un monumento a todos los caídos. A fin de que la construcción del mismo no representara una carga para la Hacienda Pública, las obras fueron costeadas con una parte del importe de la suscripción nacional abierta durante la guerra y, por lo tanto, con la aportación voluntaria de todos los españoles que contribuyeron a ella. La cantidad restante se obtuvo del dinero recaudado en los sorteos extraordinarios de la Lotería Nacional celebrados anualmente cada 5 de mayo a partir de 1957, más los «millares de donativos particulares», según Diego Méndez…
A la basílica se accede a través de una gran explanada frontal en la que se empleó el material extraído del vaciado de la montaña y en la decoración de la misma tomaron parte, en estrecha colaboración con su arquitecto, algunos de los artistas españoles más importantes del momento, de diversa ideología política. La gran explanada tiene una superficie de 30 600 metros cuadrados y su pavimento forma una cruz en planta. La puerta del templo, de 10,40 metros de altura por 5,80 metros de anchura, es de bronce y es obra de Fernando Cruz Solís, primer premio en el Concurso convocado al efecto a finales de 1956. En ella están representados los quince misterios del rosario y un apostolado. Como remate de la portada, y sobre su cornisa, se aprecia el grupo escultórico denominado La Piedad, trabajo de Juan de Ávalos, elaborada en piedra de Calatorao (provincia de Zaragoza) que mide 5 metros de altura y 12 metros de longitud…
Su revestimiento interno es austero: el pavimento, de mármol y granito pulidos donde se refleja la iluminación; los muros están forrados de cantería de granito y en el espacio intermedio, se alojan, en dos grandes nichos, dos arcángeles gigantescos, obra de Carlos Ferreira, en actitud vigilante y de meditación, custodiando la entrada. Según testimonio del fundidor, están elaborados con bronce de cañones empleados durante la guerra, como símbolo de que la contienda había terminado. El descenso de diez escalones, número canónico en la simbología del monumento, lleva a la reja, que delimita y da acceso al lugar de culto propiamente dicho. Es obra de José Espinós e inspirada en las platerescas, de gran tradición en catedrales e iglesias españolas. Consta de tres cuerpos perfectamente definidos y en ella aparece la figura de Santiago apóstol, patrón de España, coronada por cruz y ángeles…
A la derecha y a la izquierda se abren seis pequeñas capillas, correspondientes a distintas advocaciones de la Virgen como Patrona de los Ejércitos de tierra, mar y aire y por su vinculación a aspectos importantes de la historia de España. Por orden de entrada, a la derecha: Inmaculada Concepción, Nuestra Señora del Carmen (ambas son obra de Carlos Ferreira) y Nuestra Señora de Loreto (Ramón Mateu); a la izquierda; Nuestra Señora de África (Ferreira), Nuestra Señora de la Merced (Lapayese) y Nuestra Señora del Pilar (Mateu).En estas capillas la decoración es muy sencilla: frontales de altares en relieve y trípticos de estilo gótico flamenco del s. XV pintados a mano en cuero…
En las paredes, intercalados entre cada capilla, cuelgan ocho tapices de la serie el Apocalipsis de San Juan, copia de una colección flamenca del siglo XVI adquirida por Carlos V y traída a España por Felipe II. Aunque los originales se encuentran en el Palacio de La Granja, éstas réplicas tienen un destacado valor artístico…
Desde la gran nave se asciende al crucero por una escalera de diez peldaños. Se observan a los lados ocho estatuas sobre pilastras, obra de Antonio Martín y Luis Sanguino, con la cabeza inclinada y cubierta, invitando a una actitud de respeto y silencio, ya que nos encontramos en un espacio sagrado y en un gran cementerio de guerra. El altar mayor está formado por un gran losa de granito pulimentado de una sola pieza y el frontal anterior de la mesa del altar se decora con un bajorrelieve del Santo Entierro, en chapa dorada, diseñado por el arquitecto Diego Méndez y ejecutado por Espinos, mientras que el frontal posterior representa la Última Cena. En torno al presbiterio sobresalen las imágenes de cuatro grandes arcángeles de bronce, de 7 m. de altura y obra de Ávalos: san Rafael, san Miguel, san Gabriel y san Uriel (Yezrael o Azrael). Este último está representado como lo hacen los judíos, con la cabeza inclinada y cubierta y las manos en alto en actitud orante. Es el arcángel que, según algunos relatos apócrifos del Antiguo Testamento no considerados como inspirados por Dios (si bien la tradición judía y cristiana ha aceptado algunos elementos de ellos, presenta los difuntos ante Yahveh: de ahí también que es el que presenta las almas de los caídos ante Dios. De los cuatro arcángeles de la basílica, es el que más llama la atención de los visitantes. Finalmente, el crucero se completa al final de la basílica con el coro; en el lado derecho, la Capilla del Sepulcro; y a la izquierda del crucero, la Capilla del Santísimo…
Sobre el crucero se dispone una cúpula, rematada por un lucernario, decorada con un mosaico de Santiago Padrós. De frente, se representa en el centro la imagen, típicamente bizantina y románica, del «Pantocrátor»: Cristo todopoderoso, Rey y Juez, en majestad, con el libro de la Vida en el que aparece inscrita la frase «Ego sum lux mundi» («Yo soy la luz del mundo»). La típica «mandorla o almendra mística» del arte románico que le rodea está conformada por alas de serafines y querubines. El mosaico, de más de cinco millones de teselas, fue elaborado en plano en el Teatro Real de Madrid, con la dificultad de tener que incorporarlo luego a un plano abovedado, de cúpula. Padrós hizo retratos reales de personajes, tanto históricos (algunos santos, por ejemplo San Ignacio y Santa Teresa), como otros que dibujaba en el Metro de Madrid para plasmarlos en el mosaico, su propio autorretrato y el de su esposa, o bien el de otros personajes notables de la época (entre ellos, Miguel de Unamuno en el papel de San Raimundo de Fitero)…
Por debajo de Cristo se observa el tema del triunfo o la exaltación de la Santa Cruz, titular del santuario. La «Vera Cruz» está siendo ensalzada sobre el Monte Calvario, donde se descubren las de los dos ladrones que fueron crucificados a sus dos lados. A la derecha de Jesucristo se sitúa un grupo amplio de santos españoles con Santiago el Mayor a la cabeza, y a la izquierda otro de mártires españoles presididos por San Pablo (es decir, los dos Apóstoles que, según la tradición, vinieron a predicar a España). Se encuentra aquí resumida toda la historia de España como nación católica…
Desde el lado opuesto, en el centro se sitúa el grupo de la Asunción de la Virgen, elevada al cielo por ángeles desde una montaña que representa la de Montserrat. La representación de Montserrat se debe a que la Virgen de esta advocación es la Patrona de Cataluña y a que Padrós era catalán, además su esposa tenía ese nombre y en cierto momento estuvo a punto de venir una comunidad de monjes benedictinos de Montserrat a hacerse cargo del santuario, antes de que se tratara con la abadía de Silos. Sobre la montaña se descubre la sierra de carpintero, de tal modo que está plasmado así el escudo de la abadía de Montserrat. En la propia montaña, por otro lado, existe una vieira, venera o concha de Santiago, en alusión al nombre del artista, y una inscripción referente a su elaboración por él…
Contrariamente a lo que se ha afirmado, el recinto no fue concebido como mausoleo para Franco. Según su única hija Carmen, éste nunca manifestó dónde quería ser inhumado. La decisión de enterrarlo en el Valle la tomó el gobierno de entonces, decisión ratificada por el rey Juan Carlos I, quien pidió permiso por escrito al padre abad para que lo consintiera. El 16 de octubre del 2007, la Comisión Constitucional del Congreso aprobó el proyecto de Ley de Memoria Histórica, en la que constaba un artículo referente al Valle de los Caídos que era una nueva regulación para el Valle, convirtiéndolo exclusivamente en lugar de culto religioso. Asimismo, el 13 de septiembre de 2018 el Congreso de los Diputados convalidó un decreto ley, redactado por el Consejo de Ministros del Gobierno socialista, que aprobaba la exhumación de los restos de Francisco Franco y su traslado fuera de la basílica. La exhumación de Franco se llevó a cabo el 24 de octubre de 2019 y sus restos fueron trasladados al cementerio de Mingorrubio, junto con los de su viuda Carmen Polo…
Ahora, cuando veo imágenes de mi niñez en este Monumento subiendo hacía la Cruz me lleno de ternura y pienso si su representación, que para los cristianos es la victoria de Cristo sobre la muerte, donde Jesús hizo su sacrificio por Amor, no pudiera ayudar a todos los españoles a sacrificar también sus diferencias en aras de la unión y esa reconciliación…

Lo que parece indudable es que una cruz cristiana, con independencia de que esta sea la más alta del mundo y sea visible a más de 40 kilómetros de distancia será siempre para los católicos, un símbolo sagrado, el de la entrega total de Cristo y su triunfo sobre la muerte. Un elemento de fe, protector en el plano espiritual, más allá de lo que la limitada razón humana pueda entender…
Dedico este post a todas las víctimas de la Guerra Civil española y al sufrimiento del pueblo español que ya había pasado página y rezo para que nunca vuelva a repetirse.
Gracias por seguir y comentar mi blog
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