Hola querid@s! Siguiendo con todos los post que tengo pendientes hoy os hablo de Santo Estevo, el Parador-Monasterio en el corazón de la Ribeira Sacra, a orillas del Rio Sil en Orense, donde he tenido el privilegio de pasar una semana, incluyendo el final del 2019 y el comienzo del año 2020. En ese espacio natural de original belleza en el interior de Galicia, donde se encuentran los ríos Miño y Sil, se esconde, entre un gran manto de verde arboleda, este Monasterio convertido hoy en magnífco Parador. No en vano la belleza y la monumentalidad de este edificio han hecho que se le haya declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1923…

El origen de este lugar mágico y único se remonta a los siglos VI y VII y en él se aprecian claramente los estilos barroco y románico, con tres impresionantes claustros de estilo renacentista, gótico y románico, por los que se puede pasear bajo una tenue iluminación y acompañado de un leve sonido de música religiosa, ya que todo está preparado para que, en esencia, siga siendo un monasterio. Un Parador que ha sido galardonado con el premio Travellers’ Choice Paradores 2015 como el mejor de España, Santo Estevo es paz y tranquilidad, un lugar en el que desconectar del mundo, respirar hondo y reponer fuerzas…

En su restaurante Dos Abades, y debajo de su majestuosa bóveda de piedra de catorce metros de altura, se pueden disfrutar los platos más demandados que conforman la gastronomía gallega…
Tiene 77 habitaciones, todas ellas diferentes, algunas con vistas al paisaje verde y a los impresionantes Cañones del Sil y otras a los Claustros del Parador. En nuestro caso, elegimos la vista de los Cañones para poder disfrutar continuamente de esa maravilla natural…

En la entrada al claustro principal del Parador con abrigo plumas y gorro de ZARA; sweter de TERIA YABAR; leggins de CALZEDONIA y botines de HISPANITAS.
Desde el primer momento en el que pisas el Parador sientes algo distinto, una mezcla de respeto y embrujo. Sus antiguas dependencias monacales son un regalo para los amantes de la arquitectura con esa mezcla de estilos donde uno se siente como un auténtico monje de la época. La Iglesia es románica, así como la planta baja del Claustro de los Obispos, mientras que la superior es gótica. Los otros dos claustros son renacentistas…


Imponen las tumbas que se sitúan en el pequeño cementerio que hay a la entrada al lado de la Iglesia, con su piedra de apariencia siempre mojada llena de verde musgo y los recovecos que nunca sabes hacia qué lugar pueden llevarte. El Parador organiza una visita nocturna teatralizada en la que un ‘monje’ de la época cuenta las historias más interesantes que han sucedido bajo esos muros y a la que pudimos asistir en la última noche del año 2019. Con poca luz y un poco de frío, jugando con el misterio, con las meigas y con las costumbres, la visita termina haciendo y degustando una deliciosa queimada …
Santo Estevo aprovecha todos sus rincones para regalar vistas infinitas de sus bosques y además de sus preciosos jardines y su spa con increíbles vistas con jacuzzi en el exterior, en su parte posterior, desde la cafetería, tiene una puerta casi secreta hacia un camino de castaños, ideal para recorrer tanto a primera hora de la mañana como a última de la tarde. Es un camino por momentos bastante escarpado lleno de encanto y misterio en una ubicación maravillosa…

Por último, desde el Monasterio se pueden realizar también rutas inolvidables por su singularidad y belleza, en un lugar para nada masificado por el turismo, ya que la Ribeira Sacra es una de las zonas más bellas de toda Galicia. Bosques, ríos, pueblecitos con encanto, monasterios escondidos y gastronomía tradicional son sólo algunos de ellos, pero de eso os hablaré en otro post…

Gracias por seguir y comentar mi blog
Un lugar que merece la pena!!besos