Cuando se visita Brihuega enseguida se comprueba que, además de sus famosos campos de lavanda (aquí), hay muchas más cosas preciosas que ver. Esta ciudad está ubicada en la parte occidental de la provincia de Guadalajara, a 90 km de Madrid, una localización privilegiada que hace de este un destino idóneo para escapadas y cuyo origen se encuentra en un poblado celtibérico llamado Brioca, de donde derivó a su actual nombre que quiere decir Castillo sobre la roca…

En 1973 el casco histórico de Brihuega fue declarado conjunto histórico-artístico, comprendiendo los principales monumentos de la ciudad, al cual se accede a través de la Puerta de la Cadena, una de las cinco puertas que antiguamente daban acceso al recinto amurallado de Brihuega. Está ubicada en el lado norte de la muralla y antiguamente era conocida como la Puerta de Valdeatienza ya que hasta allí llegaba el camino que se dirigía hacia la Villa de Atienza. Tiene una placa conmemorativa del asalto a Brihuega por las tropas reales de Felipe V en el año 1710 durante la Guerra de Sucesión y sobre ella otra que recuerda la celebración de la batalla doscientos años después. Sobre las placas se encuentra una hornacina con una pequeña talla de la Inmaculada Concepción, rememorando que fue ese día cuando se produjo el último asalto a la villa por las tropas borbónicas…

A Brihuega se la llama “el jardín de la Alcarria” por su riqueza en aguas y manantiales, quizá la más famosa sea la Fuente de los doce caños y los antiguos lavaderos, pero toda la ciudad esta llena de fuentes con su sonido burbujeante y fresco. Cuenta la leyenda que la jovencita que bebía de los 12 caños encontraba novio y que las mujeres que lavaban mal en los lavaderos públicos eran conducidas a la cárcel…


La zona de Brihuega que está declarada Conjunto Monumental Histórico-Artístico se encuentra tras atravesar el pueblo cuesta abajo y llegar al Arco de la Guía, coronado por una colorida escultura de la Virgen. Fue construido en el siglo XIX por el General Hugo (padre del escritor Víctor Hugo) durante la Guerra de la Independencia, con el objetivo de abrir un hueco por el recinto amurallado para conquistar el Castillo de la Piedra Bermeja y con el paso del tiempo se configuró como una puerta monumental. Atravesándolo entramos en un entorno mágico y bucólico, que siglos atrás fue fortaleza defensiva. Su excepcional ubicación en plena naturaleza, cerca del río Tajuña, hacen de este lugar el sitio idóneo para que muchos grandes señores pasaran su verano aquí…


Iglesia de Santa María de la Peña
La iglesia parroquial de Santa María de la Peña es uno de los cinco templos cristianos que tuvo la ciudad de Brihuega y, en este caso, su construcción, se asocia a los tiempos en que el Arzobispo de Toledo don Rodrigo Ximénez de Rada fue señor de la población. Este templo del siglo XIII es un edificio de extraordinaria belleza y calidad, especialmente su puerta septentrional tardorrománica…

Merece la pena visitar también el Castillo de la Piedra Bermeja, que debe su nombre a una gran piedra rojiza encastrada entre los sillares de su fachada. Representa la sangre derramada en el asesinato de una hermosa lugareña a manos del guardián del castillo en tiempos del dominio árabe. Cuenta la historia que este hombre quiso mantener relaciones con ella en el río, y cuando se negó, él la mató con su espada. La piedra sobre la que quedó tendido su cuerpo se tiñó de rojo. Los briocenses decidieron colocarla en un lugar bien visible como muestra de su dolor y consternación. Se trata de un alcázar de origen musulmán, usado después por los arzobispos de Toledo con semejante finalidad, y con valores defensivos muy secundarios…

Ya en el interior del castillo se encuentran la capilla gótica mudéjar y la sala noble y en el patio central nos encontramos con un impresionante cementerio romántico donde yacen los restos de muchas víctimas de la peste de finales del siglo XIX y principios del XX…
Otro lugar diferente es El Museo del profesor Max que está dedicado a D. Juan Elegido Millán, briocense que se hizo famoso a nivel mundial por sus espectáculos de hipnosis y telepatía y conocido como el Profesor Max. Juan Elegido aprendió la hipnosis de su padre que era médico, y como en aquella época no había anestesia, hipnotizaba a sus pacientes. Como tuvo mucho éxito en diferentes partes del mundo, trajo a Brihuega recuerdos y se empezó a apasionar por las miniaturas porque eran fáciles de transportar. Por ello en el museo hay más de 35.000 figuras en miniatura, entre ellas varios premios Guiness de los récords: la casita de muñecas más pequeña del mundo; la escultura más pequeña, que está encima de una cerilla; y la pintura más pequeña del mundo, en la cabeza de un alfiler. Un recorrido muy ameno repleto de urnas y lupas en el que todo es posible…

A continuación del conjunto monumental, y siguiendo la muralla, se encuentra la plaza de toros integrada en ella, que se construyó en 1965 y que queda totalmente camuflada. Brihuega es un pueblo con mucha afición y todas las temporadas se dejan caer por aquí grandes figuras y esta plaza es famosa porque salió en la película Hable con ella, de Pedro Almodóvar. Las escenas taurinas de la oscarizada cinta se rodaron aquí. Paseando extramuros unos metros más allá hay una espléndida vista del arco de Cozagón y el coso taurino desde fuera…

Para celebrar y facilitar el conocimiento del espectáculo que ofrece la naturaleza con la floración de los campos de lavanda en el mes de Julio, el Ayuntamiento de Brihuega organiza cada año un amplio y denso conjunto de actividades culturales, recreativas y de ocio cuyo objetivo es poner en valor el disfrute de la visión de un espectáculo exclusivo e incomparable. Por eso, la ciudad engalana sus calles y el color violeta invade todas sus plazas y rincones…
Vestido TERIA YABAR; riñonera MANGO; sneakers BIG STARS; sombrero adquirido Segovia; reloj VICEROY.
La historia de Brihuega está llena de guerras como la batalla de Villaviciosa y el asalto a Brihuega de 1710, momentos decisivos en la Guerra de Sucesión para el acceso de los borbones al trono. También hay vestigios de la lucha contra los franceses acaecida en 1808 en la Guerra de la Independencia, y de cuando en 1937 Brihuega fue ocupada por las tropas italianas, en una de las más sonadas batallas de la Guerra Civil, la que precisamente llevó allí a Ernest Hemingway cuando estaba de servicio, ejerciendo de reportero desde España para la North American Newspaper Alliance (NANA). Desde el jardín de la Real Fábrica de Paños él divisaba todo lo que sucedía, y por eso hay un punto que ha tomado su nombre: el mirador de Hemingway. En la zona ya existía tradición textil cuando el rey Fernando VI construyó esta factoría que albergaba decenas de telares creando un espacio industrial que traería esplendor a la zona. Se trata de un edificio del siglo XVIII, con puerta barroca de 1810, que da acceso a un patio con capilla y donde destacan sus jardines de aspecto versallesco, que fueron levantados después de 1840 con un bello trazado geométrico y un gran mirador sobre el Tajuña, que envuelve el espacio y nos invita al descanso y la observación...

La parroquia de San Felipe es una hermosísima iglesia románica de clara transición al gótico, construida en pleno siglo XIII que también merece una visita ya que sus puertas permanecen habitualmente abiertas..


La Oficina de Turismo de la villa está en lo que fue la prisión, construída por Ventura Rodríguez, primer arquitecto de la corte de Carlos III, quien también construyó el Ayuntamiento que se encuentra en la misma plaza. Una plaza que durante un tiempo sirvió de coso, y que está presidida por dos fuentes barrocas, regalo también de Carlos III…
Otro lugar muy curioso son las cuevas árabes. Para acceder hay que pasarse por la carnicería ‘Hermanos Gutiérrez’, en el otro extremo de la plaza, unas cavidades que durante la guerra se usaron como búnker. Alrededor de 600 metros de grutas y caminos subterráneos abiertos al público que en realidad son de origen visigodo. Son solo una muestra del panorama subterráneo de Brihuega, horadado prácticamente en su totalidad. Las cuevas a lo largo de todo el pueblo son propiedad de las casas que están encima. Muchos las han cegado, otros las tienen de trastero, o de bodega privada…

En Brihuega se han reunido pensadores y personalidades de las humanidades en tertulias y encuentros sobre los más diversos temas como Juan Ramón Jiménez o Camilo José Cela y por todo ello, la villa cuenta con tanto atractivo ya que a sus ya conocidos campos de lavanda se une uno de los conjuntos monumentales más relevantes de Castilla-La Mancha. Pero es que además, su espectacular naturaleza también nos sorprende con imágenes de hermosos campos de girasoles que se alternan y hermanan con la lavanda….

“Habría que hacer como los girasoles.
Darse vuelta solo por lo que importa realmente.”
(SilviaSplash, Twitter)
Gracias por seguir y comentar mi blog
Q bonito lugar, eres muy guapa ❤
Gracias Kinga mil besitos