Hola querid@s! Esta semana he estado visitando los campos de lavanda en flor de Brihuega, una de las experiencias más bonitas que se pueden hacer cada julio en Guadalajara y que tenía pendiente desde hace tiempo. Con la llegada de la cosecha las suaves colinas de la comarca se tiñen de morado, momento que el pueblo se viste de gala y comienza su famoso festival de verano en torno a esta planta. La lavanda es un arbusto aromático que da unas característica flores de color lila azulado con forma de espiga, cuya esencia es utilizada para la producción de perfumes. Contiene muchas especies y se las conoce como lavanda, alhucema, espliego o cantueso, entre otros muchos nombres comunes …
La puesta de sol es el mejor momento para poder fotografiar los campos y frente a lo que podamos pensar, la floración de la lavanda no se produce en primavera, en marzo o abril, cuando podemos ver, por ejemplo, los cerezos en flor en el Valle del Jerte o la floración de los frutales de Aitona en Lleida. Ni tampoco en febrero, cuando en toda España se pueden ver los almendros en flor. Las fecha para ver los campos de lavanda en floración es en el mes de julio, Mes de la Lavanda, donde también se programan diversas actividades …
Una de esas actividades es el Festival de la lavanda, donde las entradas se agotan rápidamente, aunque sin ninguna duda, visitar los campos por sí solos merece la pena. Todo el que visita el festival tiene que ir vestido de blanco, algo que da un toque muy especial al día del concierto. Además del Festival de la Lavanda y de los conciertos al aire libre, que se celebran en los propios campos de lavanda, se llevan a cabo visitas guiadas que coinciden con el atardecer, sin duda, el mejor momento para disfrutar de estos coloridos paisajes en la época de la floración…
El origen de los campos fue hace ya unos 30 años cuando un agricultor de la zona descubrió los campos de lavanda de la Provenza y vio que era una producción idónea para los que rodeaban su pueblo, cuya actividad agrícola estaba en pleno retroceso. Desde entonces en la zona de Brihuega se han plantado unas mil hectáreas de lavanda y se ha establecido una planta de tratamiento y producción de dichos perfumes. En la actualidad, dicha localidad de la Alcarria se ha convertido en uno de los grandes productores mundiales de la esencia de lavanda, con el 10 por ciento de la producción total. Desde el punto de vista turístico, el interés se encuentra en ver estos grandes cultivos en la época que alcanzan su mayor esplendor de color…

También visité la lavanda en las horas de la mañana y lo que más me sorprendió entonces, fueron las miles de abejas que, con un zumbido constante, como si fuera música, polinizaban estos impactantes campos morados…

Por último, deciros que las ganas de visitar estos campos me vino al leer el libro de Reyes Monforte, “La memoria de la lavanda”, un regalo de mi hermano David que constituye una gran novela sobre la pérdida, el duelo, el amor y la esperanza, por lo que os recomiendo su lectura. Y desde luego también, todos los productos que se hacen con lavanda: aceites relajantes y esenciales, cremas, velas aromáticas, jabones calmantes, popurris para los armarios, tés, infusiones, sales de baño, perfumes, esencias de flores, aromatizantes para la ropa, etc … de los cuáles me traje una pequeña muestra como recuerdo de esos bonitos momentos vividos…
“Perfumo de lavanda todos mis días,
para que mi historia sea escrita
de serenidad, de tranquilidad, de paz
en cada momento de cada segundo vivido!”
Romy Pinto
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