Hola querid@s! La pasada semana acudí a la exposición de Tamara de Lempicka (Varsovia 1898-Cuernavaca 1980) que acoge el Palacio de Gaviria en Madrid, organizada por Arthemisia. Se trata de una exhibición monográfica de la obra de la artista polaca conocida por sus retratos y desnudos de estilo modernista y más concretamente de la corriente Art Decó…
Tamara de Lempicka es una importante pintora exponente de este famoso movimiento del periodo de entreguerras que trabajó temáticas como el glamour, la sofisticación, la elegancia y la modernidad. Sus principales géneros son el desnudo y el retrato, y en su obra se puede apreciar el amor a autores como Ingres, Botticelli, Bronzino, el retrato manierista en general y el cubismo, sin llegar al arte abstracto, empleando esta fusión de estilos antiguos para representar temas actuales, donde las figuras visten ropas y peinados de última moda…
Tamara nació en Polonia, vivió después en Italia y toda su juventud transcurrió entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, años en los cuales estableció su principal residencia en Rusia y luego París, por el exilio de su marido y posteriormente se trasladó a Estados Unidos, donde se integra en la Jet set neoyorkina, para morir en México. Sus obras son reconocibles a primera vista porque creó un estilo único que influyó con gran potencia en los estilos modernistas venideros, incluyendo el Pop Art y el Comic…
Tamara fue “la primera artista mujer en ser una estrella del glamour” e influenciada por el cubismo fue la artista favorita de muchas estrellas de Hollywood y llamada “la baronesa con pincel”. Fue la retratista más reconocida de su generación entre la “alta burguesía” y la aristocracia, pintando a duquesas, grandes duques y las altas esferas sociales. A través de su red de amistades, fue capaz de exponer sus pinturas en los salones de mayor élite del momento. Por eso, sus trabajos retratan la adinerada burguesía de la época y la progresiva decadencia de la aristocracia…
“Vivir rodeada de los objetos creados por nuestros bisabuelos… ¿por Qué? Creemos nosotros mismos.
Yo trato de vivir y crear de modo que tanto mi vida como mis obras lleven la marca de los tiempos modernos.”
(Tamara de Lempicka)
Su alocada vida servía de inspiración para sus cuadros; era una defensora del hedonismo, las orgías, la cocaína y la bisexualidad, lo que permitió a la artista ilustrar en detalle la vida de la alta burguesía parisina, centrándose su producción en retratos femeninos y en desnudos de ambos sexos, aunque también realizó cuadros con flores y con una influencia espiritual muy elevada. Pintaba mujeres etéreas, con ropajes flotantes y dedos largos, si bien dan una impresión férrea y escultural por la pincelada pulida y los marcados contrastes de luces y sombras.
Su estética ha atraído a estrellas del espectáculo como Barbra Streisand, Jack Nicholson y Madonna, de quienes se dice que coleccionaban sus pinturas. Madonna se inspiró en esta pintora para su video musical Vogue, de 1990 y también aparece un cuadro de Tamara en el video musical de la canción Open Your Heart, de la misma cantante….
La selección incluye en torno a 200 piezas procedentes de más de 40 colecciones privadas, museos y prestadores y podrá visitarse en Madrid hasta el 24 de febrero de 2019 y presenta una contextualización de la trayectoria artística de Lempicka a través de una puesta en escena inmersiva, donde sus obras están colocadas en ambientes decorados con reconocibles objetos déco y donde se realiza un recorrido en el que las pinturas dialogan con moda, muebles, biombos, lámparas, jarrones, vidrieras, fotografías y grabaciones de época…
Comisariada por la experta Gioia Mori —quien ha dedicado una década al estudio de la artista polaca—, este proyecto expositivo recorre la trayectoria de la “Reina del Art Déco” y aporta luz sobre la gran dimensión artística de Tamara, reconstruyendo los aspectos más desconocidos de su biografía. Supone además la primera retrospectiva en Madrid dedicada a la pintora que de alguna manera, simboliza también su regreso a España tras el viaje realizado por la artista en 1932 y que influyó notablemente en su obra y en el mundo artístico de la época. La empresa italiana Arthemisia ya ha cosechado un gran éxito en otras sedes como en el Palacio Real de Milán (2006), en La Pinacoteca de París (2013), en el Palacio Chiablese de Turín (2015) y en el Palacio Forti de Verona (2015), por lo que sin duda os recomiendo esta visita llena de sensibilidad, de buen gusto y del glamour de unos tiempos no tan lejanos…
Con la mirada que llevé ese día y el reconocimiento a Rosalía, otra artista diferente, en este caso de la música, pero que también fusiona estilos distintos en un lenguaje creador único, me despido hasta el martes que viene…

“Di mi nombre, que lo malo sea bueno y por oro bendecío”
Rosalía
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